Por Fernando Martínez Constante (*)
La Gran Comisión se enfrenta con dos problemas. Tenemos una Sociedad dividida, por una parte tenemos tres variantes: Social, Económica y Política; cada día más corrupta y quebrantada por el pecado.
Por otro lado tenemos la Iglesia con diversos problemas que le impiden desarrollar su labor evangelizadora bajo los principios de la Gran Comisión. Problemas de naturaleza interna.
El Espíritu nos muestra una visión de esta situación cuando David confronta su pecado. Después de que David experimentó que hay un mejor sacrificio que el rito de los becerros y sangre de machos cabríos, él es limpio de su pecado (aunque no de sus consecuencias), expresa:
“Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y lo pecadores se convertirán a tí”.
Entendemos que al referirse a los transgresores está hablando del pueblo de Dios; y la mención de pecadores, se refiere a los que no han conocido a Dios.
La experiencia de David es semejante a la de Isaías, una vez que es limpio muestra su disposición para la obra. Pero en el caso de David se nos introduce a un ministerio profético muy especial: Un ministerio paralelo:
A.- Hacia el pueblo de Dios (en este caso hacia el interior de la Iglesia). El liderazgo, sobre quien recae la
Responsabilidad.
B.- Hacia fuera de la Iglesia, los que están en pecado.
Aquí debemos puntualizar que una sociedad política y jurídicamente organizada (como en la que vivimos) se desenvuelve en cuatro áreas básicas, como son el área Social, Cultural, Económica y Política, con sus respectivas ramificaciones. En la que encuadran la Iglesia en el marco de lo Cultural.
La Oficina de Responsabilidades Humanas, A. C. Orhac, ha identificado y reconoce para mayor claridad de lo que nos ocupa, y utiliza el siguiente esquema a saber:
La Familia: (Social), hacia la cual deben estar enfocados todos los satisfactores que produce una Sociedad para su desenvolvimiento pleno.
Sin embargo, siendo la principal Institución de cualquier nación en el mundo, no esta debidamente protegida en la Carta Magna ni cuenta con el reconocimiento jurídico como las otras tres variantes. La idea principal del Derecho Constitucional es para proteger el Derecho Natural del hombre.
Lo Espiritual: (Cultural) - Es común que se asocie esta palabra con la Iglesia -, el hombre ha soslayado encubiertamente la necesidad espiritual del hombre.
Ha Creado un sinnúmero de actividades como un intento humano de sustituir esta realidad. Las iglesias (no importando dogma ideología, fundamento o cultura) una vez amparadas constitucionalmente como Asociaciones Religiosas, quedaron jurídicamente instituidas.
El Trabajo: (Económica), la cual comprende la Iniciativa Privada todo el sector productivo (empresas particulares y paraestatales), las que de una manera u otra manejan el capital y controlan el consumismo; (debían excluirse los especuladores financieros pero de hecho todos se han convertido en especuladores), las cuales están instituidas y amparadas jurídicamente.
Lo Civil (Política), nos referimos al estado o el gobierno formalmente instituido por voluntad de una sociedad políticamente organizada, y es precisamente en esta actividad civil, que se originan y cobran vida cada una de las Instituciones ya señaladas. El Estado que debiendo ser un ente natural de cobertura para la Familia, ha dejado de serlo y se ha unido a los demás especuladores.
Así como ya hemos señalado que en la Iglesia hay un liderazgo a quien se le atribuye responsabilidad así lo es también en las otras tres áreas, hay una responsabilidad bien definida.
Una vez identificadas y definidas las áreas que se comprenden fuera de la Iglesia las cuales están en pecado; se clarifica el enfoque y determina el tipo de trabajo y esfuerzo que debe emplearse en el cumplimiento de este ministerio paralelo, inédito y especial que nos muestra David y que la Iglesia sólo en forma indirecta puede y debe intervenir. No siempre el camino recto es la vía más corta.
Actualmente la Iglesia está impedida para realizar cualquier trabajo que Dios le demande (dentro del contexto de Dios; el Liderazgo antes tiene que ordenar su camino para que sea prosperado. Primero tiene que alinear su estructura y depurar su propio liderazgo.
La Iglesia inconscientemente está envuelta en el mundo de pecado, en el reino de los hombres que ya hemos señalado, que por inercia o pasivamente esta contribuyendo en este estado de cosas; pudiendo en forma viva y eficaz contribuir al establecimiento del reino de Dios en cumplimiento de la Gran Comisión, permanece sin fruto, afectada, confusa, desorientada y en desventaja frente a una realidad incomprensible.
El mundo ha tomado ventaja sobre una Iglesia sin visión, sin santidad, sin liderazgo, sin propósitos definidos, sin unidad e ignorante de lo que puede lograr para la Gloria de Dios mediante el cumplimiento de la Gran Comisión.
La Oficina de Responsabilidades Humanas, A.C. reconoce la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, igualmente reconoce la personalidad jurídica que han recibido al ampararse bajo el Artículo 130 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Es por esto que ORHAC en concordancia con su objetivo principal que es la búsqueda del Bienestar Familiar en sus cuatro roles fundamentales, se atribuye el derecho de demandar del liderazgo de la Iglesia :
Demanda mayor congruencia entre el conocimiento de los Caminos de Dios y el trabajo a desarrollar entre las familias de México.
Demanda de la Iglesia, unidad en todo el Cuerpo.
Demanda de la Iglesia la implementación de los Cuatro Roles fundamentales en la educación de los creyentes.
Demanda de la Iglesia no sólo una Declaración de Culpa ante la Sociedad sino la restitución de la deuda real que tiene para con las familias en su formación y conformación.
Demanda a la Iglesia que se mueva en la Autoridad y en el Nombre de Jesucristo en el papel que debe desempeñar delante de las Instituciones del Estado y de la Sociedad, y no simplemente en la Autoridad humana a la que cada grupo pertenece.
Demanda el cumplimiento de la Gran Comisión sujetándose a los ordenamientos que se desprenden de la vida y dichos del Señor Jesucristo, no subordinando estos a estrategias que justifican en que estos son otros tiempos.
Demanda mayor atención a una educación sistemática y directa hacia los creyentes y no simplemente una atención de púlpito.
En fin, demanda una presencia conforme al Modelo o Diseño de Dios.
Demanda una mayor difusión del conocimiento de las Escrituras para los creyentes a los cuales se les ha subestimado hasta ahora. La Iglesia tiene un compromiso con México y no lo ha cumplido.
La Iglesia en general no puede justificarse con la realidad espiritual mundial con la consabida frase de que el pecado iba a predominar en el Mundo. Tenemos mala memoria y olvidamos que la Gracia sobreabundaría. Pero para que eso suceda se necesita la participación de toda la Iglesia. Liderazgo y discípulos conjuntamente (no simplemente de las cúpulas). Para que esto suceda se necesita la conformación y la unidad de todas aquellas que se consideren Iglesias de Jesucristo.
Necesitamos hacer a un lado la soberbia del conocimiento espiritual.
(*) Orhac, Oficina de Responsabilidades Humanas, A. C. Monterrey, México.
orhac1@gmail.com
La Gran Comisión se enfrenta con dos problemas. Tenemos una Sociedad dividida, por una parte tenemos tres variantes: Social, Económica y Política; cada día más corrupta y quebrantada por el pecado.
Por otro lado tenemos la Iglesia con diversos problemas que le impiden desarrollar su labor evangelizadora bajo los principios de la Gran Comisión. Problemas de naturaleza interna.
El Espíritu nos muestra una visión de esta situación cuando David confronta su pecado. Después de que David experimentó que hay un mejor sacrificio que el rito de los becerros y sangre de machos cabríos, él es limpio de su pecado (aunque no de sus consecuencias), expresa:
“Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y lo pecadores se convertirán a tí”.
Entendemos que al referirse a los transgresores está hablando del pueblo de Dios; y la mención de pecadores, se refiere a los que no han conocido a Dios.
La experiencia de David es semejante a la de Isaías, una vez que es limpio muestra su disposición para la obra. Pero en el caso de David se nos introduce a un ministerio profético muy especial: Un ministerio paralelo:
A.- Hacia el pueblo de Dios (en este caso hacia el interior de la Iglesia). El liderazgo, sobre quien recae la
Responsabilidad.
B.- Hacia fuera de la Iglesia, los que están en pecado.
Aquí debemos puntualizar que una sociedad política y jurídicamente organizada (como en la que vivimos) se desenvuelve en cuatro áreas básicas, como son el área Social, Cultural, Económica y Política, con sus respectivas ramificaciones. En la que encuadran la Iglesia en el marco de lo Cultural.
La Oficina de Responsabilidades Humanas, A. C. Orhac, ha identificado y reconoce para mayor claridad de lo que nos ocupa, y utiliza el siguiente esquema a saber:
La Familia: (Social), hacia la cual deben estar enfocados todos los satisfactores que produce una Sociedad para su desenvolvimiento pleno.
Sin embargo, siendo la principal Institución de cualquier nación en el mundo, no esta debidamente protegida en la Carta Magna ni cuenta con el reconocimiento jurídico como las otras tres variantes. La idea principal del Derecho Constitucional es para proteger el Derecho Natural del hombre.
Lo Espiritual: (Cultural) - Es común que se asocie esta palabra con la Iglesia -, el hombre ha soslayado encubiertamente la necesidad espiritual del hombre.
Ha Creado un sinnúmero de actividades como un intento humano de sustituir esta realidad. Las iglesias (no importando dogma ideología, fundamento o cultura) una vez amparadas constitucionalmente como Asociaciones Religiosas, quedaron jurídicamente instituidas.
El Trabajo: (Económica), la cual comprende la Iniciativa Privada todo el sector productivo (empresas particulares y paraestatales), las que de una manera u otra manejan el capital y controlan el consumismo; (debían excluirse los especuladores financieros pero de hecho todos se han convertido en especuladores), las cuales están instituidas y amparadas jurídicamente.
Lo Civil (Política), nos referimos al estado o el gobierno formalmente instituido por voluntad de una sociedad políticamente organizada, y es precisamente en esta actividad civil, que se originan y cobran vida cada una de las Instituciones ya señaladas. El Estado que debiendo ser un ente natural de cobertura para la Familia, ha dejado de serlo y se ha unido a los demás especuladores.
Así como ya hemos señalado que en la Iglesia hay un liderazgo a quien se le atribuye responsabilidad así lo es también en las otras tres áreas, hay una responsabilidad bien definida.
Una vez identificadas y definidas las áreas que se comprenden fuera de la Iglesia las cuales están en pecado; se clarifica el enfoque y determina el tipo de trabajo y esfuerzo que debe emplearse en el cumplimiento de este ministerio paralelo, inédito y especial que nos muestra David y que la Iglesia sólo en forma indirecta puede y debe intervenir. No siempre el camino recto es la vía más corta.
Actualmente la Iglesia está impedida para realizar cualquier trabajo que Dios le demande (dentro del contexto de Dios; el Liderazgo antes tiene que ordenar su camino para que sea prosperado. Primero tiene que alinear su estructura y depurar su propio liderazgo.
La Iglesia inconscientemente está envuelta en el mundo de pecado, en el reino de los hombres que ya hemos señalado, que por inercia o pasivamente esta contribuyendo en este estado de cosas; pudiendo en forma viva y eficaz contribuir al establecimiento del reino de Dios en cumplimiento de la Gran Comisión, permanece sin fruto, afectada, confusa, desorientada y en desventaja frente a una realidad incomprensible.
El mundo ha tomado ventaja sobre una Iglesia sin visión, sin santidad, sin liderazgo, sin propósitos definidos, sin unidad e ignorante de lo que puede lograr para la Gloria de Dios mediante el cumplimiento de la Gran Comisión.
La Oficina de Responsabilidades Humanas, A.C. reconoce la Iglesia como el Cuerpo de Cristo, igualmente reconoce la personalidad jurídica que han recibido al ampararse bajo el Artículo 130 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Es por esto que ORHAC en concordancia con su objetivo principal que es la búsqueda del Bienestar Familiar en sus cuatro roles fundamentales, se atribuye el derecho de demandar del liderazgo de la Iglesia :
Demanda mayor congruencia entre el conocimiento de los Caminos de Dios y el trabajo a desarrollar entre las familias de México.
Demanda de la Iglesia, unidad en todo el Cuerpo.
Demanda de la Iglesia la implementación de los Cuatro Roles fundamentales en la educación de los creyentes.
Demanda de la Iglesia no sólo una Declaración de Culpa ante la Sociedad sino la restitución de la deuda real que tiene para con las familias en su formación y conformación.
Demanda a la Iglesia que se mueva en la Autoridad y en el Nombre de Jesucristo en el papel que debe desempeñar delante de las Instituciones del Estado y de la Sociedad, y no simplemente en la Autoridad humana a la que cada grupo pertenece.
Demanda el cumplimiento de la Gran Comisión sujetándose a los ordenamientos que se desprenden de la vida y dichos del Señor Jesucristo, no subordinando estos a estrategias que justifican en que estos son otros tiempos.
Demanda mayor atención a una educación sistemática y directa hacia los creyentes y no simplemente una atención de púlpito.
En fin, demanda una presencia conforme al Modelo o Diseño de Dios.
Demanda una mayor difusión del conocimiento de las Escrituras para los creyentes a los cuales se les ha subestimado hasta ahora. La Iglesia tiene un compromiso con México y no lo ha cumplido.
La Iglesia en general no puede justificarse con la realidad espiritual mundial con la consabida frase de que el pecado iba a predominar en el Mundo. Tenemos mala memoria y olvidamos que la Gracia sobreabundaría. Pero para que eso suceda se necesita la participación de toda la Iglesia. Liderazgo y discípulos conjuntamente (no simplemente de las cúpulas). Para que esto suceda se necesita la conformación y la unidad de todas aquellas que se consideren Iglesias de Jesucristo.
Necesitamos hacer a un lado la soberbia del conocimiento espiritual.
(*) Orhac, Oficina de Responsabilidades Humanas, A. C. Monterrey, México.
orhac1@gmail.com
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