GRETEL LEDO en CNN en Español. Analiza el llamado al Diálogo de la Presidenta

lunes, 28 de abril de 2008

Unir o Enfrentar








Por Alberto Asseff*

Definitivamente cautivado por esa máxima que aconseja "más vale una mala avenencia que un buen pleito", quiero reflexionar sobre la creciente crispación de los ánimos argentinos. Sobre la Argentina metida en una olla a presión. Sobre el oficialismo dominado por las fobias.

En general, tiene más cartel el confrontador que el componedor, el pasional que el reflexivo, el discurso encendido que el racional. Una palabra vehemente que suscita frenesí y ardor se cotiza más que el análisis sereno. Así son las cosas de la vida y en algunos casos más vale dejarlas como están y son.

Empero, una tribuna no puede transmutarse al afamado y otrora esplendoroso Salón Blanco de la Casa Rosada. Ámbito propio de la majestad republicana de la Argentina que no puede devenir en sala de conciertos rockeros ni de arengas demagógicas. Es una falta de raciocinio y sensatez. No es mera majadería. Son llamaradas de enconos.

Están acaeciendo hechos muy peligrosos en la actualidad. Se trae al pasado como si fuera un asunto de hoy al mediodía. Así, se agita el enfrentamiento gravísimo de 1955 como si nada hubiera transcurrido en más de medio siglo. Con el retorno del general Perón en 1973, la actitud llamada gorila quedó afortunadamente inhumada. Prosiguió existiendo una buena parte del país que rechazaba algunos procedimientos y posturas de Perón, pero nadie planteaba su disidencia en términos de ellos o nosotros. Los dieciocho años que pasaron del 55 al 73 sirvieron para ubicar al diálogo y la aceptación de los otros en reemplazo de la exclusión y hasta del exterminio del contrario. Este mayúsculo logro está siendo revertido por el ofuscado mensaje que emana del poder actual. Es una acechanza para la mayoría argentina que tiene una menuda, pero grandiosa aspiración: que se asegure la pacificación de los espíritus como precondición para encarar los problemas y darles soluciones.

El debate es magro. Muy chirle. Apenas es un torneo de acusaciones estériles. Que este es setentista, que el otro noventista, que aquel neoliberal, que el de acá estatista. Mientras, la pobreza estructural está allí, crucial, angustiante, dolorosísima, anclada. Atrapa al 30% de los argentinos. Nadie la mueve, aunque los recursos son más caudalosos que el gran Paraná y no obstante que los precios de los alimentos que producimos están por las nubes y el mundo los paga casi sin chistar. Por eso, enfrentarnos es un lujo que no deberíamos darnos.

No se admite la diferencia. Si alguien se atreve a decir algo que pueda hacer mella en la férrea alineación oficial enseguida un coro tacha al cuestionador como fascista. Se abusa tanto del término que habría que peticionar a la Academia que le dé una nueva acepción: "palabra que se usa para descalificar al adversario y transformarlo en enemigo". En rigor, quieren intimidar, amedrentar y acallar. El adversario deviene en enemigo. No se puede construir un país si estamos llenos de enemigos. No se puede gobernar a los ladridos. Uno, quizás podría ser necesario, pero como procedimiento cotidiano es intolerable.

Estamos macroeconómicamente creciendo, aunque educativamente nos seguimos desocializando y degradando. No es alentador que la economía aumente al 8% y paralelamente cada día haya más violencia escolar y callejera. Lo material es decisivo, pero no existe palabra para significar la importancia de la convivencia social.

Los enfrentamientos llevan de la mano a las falacias más formidables. Una es ese falso dilema de enfriar la economía o seguir creciendo. La realidad es para continuar por la senda de incrementar nuestros macroíndices es inevitable mantener el equilibrio de la economía. La inflación es un misil letal para esa estabilidad básica. Además, sin inversiones ni un milagro permitiría seguir expandiéndonos.
Los incendios de pastizales que afectaron a 20 millones de habitantes, incluidos los hermanos orientales, son una lamentable muestra de cómo se distorsionan las cosas de la Argentina. Más allá de si hay irresponsables propietarios o si, como denunció el Defensor del Pueblo nacional, la quema se produjo en tierras fiscales de Entre Ríos, lo cierto es que ni la Secretaría de Medio Ambiente -ni la de de Agricultura- tienen un monitoreo satelital de nuestros campos para que, con alertas tempranas, se pueda combatir un foco ígneo en su génesis. Acá surge la gran pregunta que se formulan cada día más compatriotas: ¿en qué se gastan los cuantiosos recursos? La respuesta es repugnante: en acomodar amigos, como ha sucedido con la funcionaria cordobesa que se halla al frente del organismo destinado a velar por la ecología.

La fogosidad discursiva y la confrontación constante enferman la mente de los argentinos. La están infestando. La saturan de rencor y de encono en vez de lo que manda el manual, esto es acondicionarla para dialogar, convivir, compartir, producir, impulsar del mismo carro y en la unidirección de interés común. Es nocivo el resentimiento social que se azuza. Desatan la lucha de clases y las pujas ideológicas.

No sé si todos los contemporáneos tienen en claro cómo fue el desempeño de Stalin, pero por instantes pareciera que hoy padecemos en la Argentina una especie así, un Stalin sureño que confía en el aparato y no en la libre voluntad de los ciudadanos. Y que "resuelve" una suba de precios prohibiendo exportar y mandando a su centurión en jefe al mercado para apretar y amenazar. Esto no se hace ni en Mongolia.

En medio de esta irritante conflictividad y disociativismo militante que practican en las cumbres -como si todavía estuvieran en la lucha universitaria de hace cuarenta años- algo parece benéfico: el campo, además de las retenciones confiscatorias, está cuestionando el destino de esos tributos. Plantea que quiere que sus impuestos queden en sus comarcas bajo la forma de agua corriente, cloacas, gas en red, caminos, oportunidades para que la gente se arraigue y no migre. Es el embrión del primer gran debate en medio del desierto de ideas, el del reflorecer del federalismo. ¡Enhorabuena!

Quizás una clave radique en que la pugna no puede enderezarse hacia la destrucción del otro, sino a hacer algo mejor que él. Sin ignorar que, aunque desde posiciones diferentes, también tiene en sus alforjas algunas verdades y puede contribuir. Es una actitud que no es innata, sino resultado de una cultura. El gobierno actual adhiere a la cultura anacrónica de vida o muerte. La cultura que necesitamos es más moderada, con cable a tierra: nosotros podemos hacerlo mejor que ellos, ustedes elijan. Parece que esto es más democrático.

En vez de llenarse la boca parlamentando de democracia es tiempo de hablar menos y sobre todo más prudentemente y de hacer mucho más y, ante todo, mejor. Y, además, no olvidar jamás que no hay democracia sin diálogo de dos que se escuchan. Tendríamos que comenzar a conjugar e serio ese breve, pero trascendental verbo, oír.


*Presidente de UNIR
Unión para la Integración y el Resurgimiento
pncunir@yahoo.com.ar

Democracia


La Democracia es una forma de gobierno y un estilo de vida.


Una forma de gobierno en donde el pueblo decide a través del voto: quienes serán sus representantes. En donde hay división de poderes (de acuerdo al clásico esquema de Montesquieu,basado en ideas más generales de Locke), un sistema de pesos y contrapesos que permiten un equilibrio.


Un estilo de vida en donde se garantizan los derechos de los habitantes y se deben respetar las opiniones dispares; en donde la participación ciudadana colabora con el perfeccionamiento de un sistema que tiene sus errores, lo cual condice con la condición humana.


Durante los últimos veintidós años he enseñado estos conceptos a miles de jóvenes. Pero recordemos....


Nací en 1967, en un mundo musicalizado por los “Beatles”. En una Argentina gobernada por la dictadura de Onganía, que el año anterior había derrocado al gobierno constitucional del Dr. Arturo Illia, un presidente honesto que había ganado con un caudal electoral muy escaso en épocas de la proscripción del peronismo.


Mis primeros recuerdos, mi memoria “política” se remonta a la vaga imagen de otro dictador: el general Lanusse. Tenía cinco años cuando acompañé a mis padres a la “cola” para votar a un nuevo presidente, en 1973. Y, encima, dos veces. Estaba en el jardín de infantes y viví el último triunfo de Perón. No olvido que se suspendieron las clases por el” fusilamiento” del líder sindical José Ignacio Rucci, ese hombre de camisa cuadriculada imitado en el programa cómico “La Tuerca”. Muchos hechos quedaron “tristemente” grabados en la memoria de un niño que iría creciendo, entre más episodios trágicos: la muerte de Perón, las amenazas de bombas en la escuela, los paros, los atentados terroristas, las limitaciones de la presidente Isabel...Una mañana (tenía 8 años), no pude ver los dibujitos de “Bugs Buny y sus amigos”, porque un escudo, adornado con música marcial, gobernaba la pantalla del viejo “Ranser” blanco y negro. Nuevamente una dictadura. Sería la más sangrienta, aunque de eso me enteré cuando ya era adolescente y volvíamos a la Democracia, tras otro momento grabado en mis retinas: Malvinas...La figura de Raúl Alfonsín fue muy fuerte para un joven idealista de 15 años, que estaba cursando en 1983 su primer curso de “Instrucción Cívica”. Ese año coincidió: el estudio de la Constitución Nacional y el retorno a la democracia. Puedo dar gracias que no estudié algo “impracticable”, cosa que le ocurrió a otros jóvenes un poco mayores que yo.


Los caminos no fueron fáciles. No lo son. Ese hombre se transformó en un profesional del Derecho que ama la ley, quiere que se cumpla y siente impotencia (santa ira, tal vez), cuando ve que quienes tienen que dar el ejemplo son los primeros en violarla. Ese hombre también enseña a jóvenes apáticos, alejados de la política pero que despiertan y comprueban un día que la “política” se metió con ellos porque no consiguen carne o pan en el mercado, o simplemente (y lamentablemente en un país que puede alimentar a trescientos millones de personas), no pueden adquirir esos productos por la suba de precios (que, por lo visto, no debe ser lo mismo que inflación!!).


Pero las dificultades no pueden privarme de celebrar interiormente: ha pasado un cuarto de siglo con Democracia ininterrumpida. Muchachos de veinticinco años no conocen otra forma de gobierno, con sus limitaciones y crisis.


En momentos en donde notamos pretensiones hegemónicas insaciables, debemos ser promotores de la profundización de los valores republicanos y la defensa integral de la legalidad y los derechos humanos (en forma completa, no parcial...).


Alguien dijo que los problemas de la Democracia se solucionan con “más Democracia” y no se equivocó. Los hombres y mujeres de buena voluntad debemos bregar por la profundización de las libertades. Debemos alzar nuestra voz con sentido constructivo para lograr la paz y el encuentro de todos los argentinos. En donde el diálogo (el logos, la palabra, entre varios) sea una práctica cotidiana. En donde todos crezcamos con el debate racional de las ideas, a partir del encuentro con el otro. Defendamos esa forma de gobierno que tanto nos costó, practiquemos ese estilo de vida que nos permitirá construir la grandeza nacional.

Dr. Hugo Turrini

domingo, 27 de abril de 2008

Tres premisas para la nueva generación de políticas anticorrupción

POR PEDRO BISCAY (*)

Uno de los principales aliados de la corrupción es la falta de políticas públicas que asuman el fenómeno como un problema complejo que trasciende el plano moral y cultural.

Si bien los debates anticorrupción lograron avances destacables a nivel mundial vía la sanción de herramientas de control de probada utilidad, la corrupción no ha dejado de echar raíces en la sociedad y, sobre todo, en las agencias del Estado. La nueva generación de políticas deberá enfrentar el problema según enfoques que, en perspectiva de derechos humanos, atienden los costos sociales y ensaya políticas de recuperación de activos.Desde los inicios del debate público sobre la corrupción, los enfoques moralistas y culturales ocupan un lugar protagónico. A pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad internacional y, claro está, sin desconocer los avances importantes que, por ejemplo, se lograron en materia de transparencia, la corrupción no ha dejado de echar raíces en la sociedad y, sobre todo, en las agencias del Estado. Para ser exactos lejos de reducirse, el fenómeno crece y se expande en múltiples direcciones afectando a las personas y la sociedad.Parte central de este problema consiste en que no se percibe que uno de los principales aliados de la corrupción es la falta de políticas públicas que asuman el fenómeno como un problema complejo que trasciende el plano moral y cultural.
EL DAÑO MÁS LEVE.
Sostener que las personas que cometen estos delitos lo hacen porque no tienen ética ni virtud pública suficiente, o no velan por los intereses de la sociedad implica reducir el fenómeno a una visión ingenua que, en el fondo, pretende que los hombres sean ángeles. Asimismo, sostener que la corrupción tiene lugar porque hay una aceptación cultural implica llevar la idea moral al plano. Ambas posturas son profundamente desalentadoras: los hombres no son ángeles, más bien se parecen al demonio (salvo, claro está, honradas excepciones); la sociedad lejos de ser responsable es la principal afectada y, socialmente, ocupa el lugar más débil: sufre los efectos (medibles en privación de derechos y ciudadanía) y no cuenta con herramientas a su alcance para resolver el problema.Mientras tanto, el Estado y los sectores empresarios siguen realizando negociados que perjudican el erario público y condicionan la distribución de la riqueza social. Las respuestas morales y culturales enfocan mal el problema porque privilegian el daño más leve. Cada centavo del presupuesto distraído hacia el bolsillo de un funcionario público o desviado a financiar campañas políticas, o que pasa a enriquecer el patrimonio de sectores empresarios que coluden y negocian a costa del Estado, es un centavo menos que se invierte en salud, educación, vivienda y otras dimensiones esenciales de la ciudadanía. Las consecuencias directas de la corrupción son escuelas que se derrumban por falta de mantenimiento, hospitales que carecen de materiales quirúrgicos básicos o de aparatos de tecnología para atender problemas de salud.La corrupción no plantea costos morales o, si lo hace son el daño más leve. El verdadero costo es social y medible en los daños producidos sobre los derechos de las personas. Perder de vista este enfoque implica pecar de ingenuidad y creer que un problema complejo y lucrativo como la corrupción puede resolverse con más educación. Esto es falso y no apunta al centro del problema. Diseñar políticas anticorrupción requiere entonces identificar corrupción y daño social.
PROBIDAD O MERCADO.
Si la perspectiva moral es el aspecto de menor lesividad, entonces, la cuestión está en redefinir el problema. Una visión realista no puede desconocer que la corrupción es un instrumento del que se valen las empresas para negociar contratos con el Estado en mejores condiciones y, por ello, suele ir acompañada de fraudes y acuerdos inter empresarios que impactan sobre el mercado creando carteles de negocios en donde unos pocos se benefician y el resto es excluido del juego competitivo. Si se analizan atentamente los grandes casos de corrupción se puede percibir fácilmente que un grupito pequeño de empresarios participan en los negociados una y otra vez, sea con las mismas empresas, con otras nuevas o, mediante consorcios empresarios. Esta situación es la muestra más clara del fenómeno de la colusión empresaria, es decir de los acuerdos que se fijan entre determinadas empresas para rotar en el negocio. Los funcionarios forman parte del problema, pero la cuestión principal no reside en el Estado sino en el mercado. En última instancia, el fenómeno de la corrupción demostró que las empresas se relacionan con el Estado según una lógica de mercado en donde se suspende todo tipo de compromiso con el bien común y se privilegia el lucro y la ganancia.En los mercados no rige la probidad sino las actividades rentables; las políticas anticorrupción no pueden seguir ancladas en este tipo de respuestas. Para atacar la corrupción hay que atacar los eslabones corruptos y corruptores del mercado.
RECUPERACIÓN DE ACTIVOS: UN DESAFÍO PARA LA NUEVA GENERACIÓN DE POLÍTICAS.
El incentivo más fuerte de cualquier corrupto es tener la seguridad de garantizar el botín robado al Estado. Si las políticas públicas no atacan la riqueza corrupta, difícilmente se puedan ensayar respuestas poderosas que ataquen de raíz el problema. Proponer más penas es dar un paso en falso: está comprobado que las investigaciones suelen terminar con la prescripción y la impunidad de los responsables. Dos casos exitosos de recuperación son más eficaces socialmente que cien juicios penales que mueren sin condena. Inciden aquí dos razones: la recuperación de activos evita que los corruptos disfruten las ganancias ilícitas. Además, contribuye a debilitar los eslabones corruptos del mercado porque evite el refinanciamiento de actividades delictivas. Pero también, la recuperación puede privilegiar la reparación del daño social sí es acompañada de estrategias de devolución social del dinero distraído mediante la utilización de fondos recuperados, por ejemplo, en la financiación de escuelas y útiles escolares.Si bien los debates anticorrupción lograron avances destacables a nivel mundial vía la sanción de herramientas de control de probada utilidad (transparencia, rendición de cuentas, acceso a la información, etc.), la nueva generación de políticas deberá privilegiar estos aspectos que analizan el fenómeno según enfoques que, en perspectiva de derechos humanos, atienden los costos sociales y ensaya políticas de recuperación de activos que funciones a modo de reparación y desarticulación del fenómeno. El desafío está pendiente, el Estado deberá tomar cartas en el asunto.

(*) Pedro Biscay, abogado, es director ejecutivo del CIPCE (Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica), con sede en Buenos Aires, y consultor en Paraguay del Programa Costo Social de la Corrupción, ejecutado por el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD).

sábado, 26 de abril de 2008

EL PROYECTO DEL TREN BALA

Alguien No Piensa, o sólo piensa en algún 'retorno' Importante... No sé.



-320 kilómetros por hora.-Por lo menos 4000 millones de dólares.
-1000 km de vías que solo podrá usar este tren, ya que no sirven para los trenes comunes, y sólo para transportar pasajeros.
-Un pasaje que costaría entre 300 y 400 pesos, inaccesible para la mayoría de la gente.
-Solo comunicaría 3 ciudades (Buenos Aires, Rosario y Córdoba). No comunica distintas zonas del país ni resuelve el problema de los pueblos que están incomunicados.
-Nos hace depender de la tecnología francesa. Este tipo de tren bala no ha funcionado en ningún otro país fuera de Europa porque necesita desarrollos tecnológicos muy complejos con los que nuestro país no cuenta para su mantenimiento.
-No reimpulsa la industria ferroviaria nacional.
-Aumenta la deuda externa, ya que una gran parte la financia el Banco Societe Generale de Francia.

EL PROYECTO TREN PARA TODOS [el que hace el proyecto sur]:

-120 km por hora (tres veces el promedio de velocidad actual).
-3100 millones de dólares. 1000 millones de dólares menos que para el tren bala.
-18000 km de vías reconstruidas a nuevo: 7000 km de vías para trenes de pasajeros y de carga y 11000 más sólo para trenes de carga. 300 locomotoras, 900 coches de pasajeros y 15000 vagones para carga.
-Los pasajes costarían varias veces menos de lo que cuesta actualmente un pasaje en micro.
-Llegaría a todas las zonas del país (Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro y Patagonia), a todas las grandes ciudades, y a cientos de pueblos que volverían a conectarse con las grandes ciudades, bajando costos de transporte y reactivando las economías regionales.
-Utilizaría tecnología nacional y del Mercosur al alcance de las capacidades de nuestro país.
-Reimpulsa la industria ferroviaria nacional con la construcción de vagones, el ensamble de locomotoras y la producción de repuestos, generando trabajo.
-El Banco Central tiene reservas por 50000 millones de dólares, es decir que se puede hacer sin aumentar ni un centavo la deuda externa.

Hernán Ferretti

viernes, 25 de abril de 2008

Reunión 25 de Abril


El viernes 25 de abril a las 18 horas el movimiento NGM se reunió en el Hotel Bauen de esta Capital. Contamos con la presencia de:
-José Guillermo Godoy (Presidente CEIN –Centro de Estudios para los Intereses Nacionales- Tucumán)
-Manuel Cortes Muñoz (Iglesia del Millón de Almas)
-Sandra Cruz de Clementti (Pastora) que concurrió con su asistente
-Hugo Turrini (Abogado y Docente)
-Alfredo Kinbaum (Abogado-PRO)
-David Melión (Pastor de San Gregorio-zona agrícola ganadera del sur de la provincia de Santa Fe)
-Ricardo Romero (FECEP Juvenil)
-Marcos Hilding Ohlsson (Economista - Foro Republicano)
-Leandro Emmanuel Victorero (Estudiante de Abogacía)
-Alberto Emilio Asseff (PNC-UNIR) estuvo acompañado con una integrante de su partido
-Julio Pastorini (Pastor de la Iglesia del Millón de Almas)
-Gretel Ledo (Abogada, Politóloga. Analista Política)



Cada uno de los presentes expuso sus distintos puntos de vista sobre el acontecer cotidiano político argentino considerando en general que las soluciones se plasman desde la moral y la ética. Todos coincidieron en subrayar que a partir de un cambio estructural -teniendo en cuentas esas premisas- en las políticas existentes se podrá conseguir un país distinto al que hoy encontramos.
Para tal fin se realizará un ciclo de charlas teniendo en cuenta la problemática actual con sus respectivas soluciones las que más tarde se volcarán en documentos que den cuenta de la postura tomada.


EJES DE LO CONVERSADO:


PROBLEMAS ACTUALES A NIVEL NACIONAL


Acordamos presentar en cada encuentro un problema de la actualidad nacional. Presentar un estudio y soluciones. Ejemplos:

CAMPO
CRISIS ENERGETICA
INFLACION
POBREZA e INDIGENCIA

Soluciones ¿Cómo? ¿Cuándo? (políticas a corto, mediano y largo plazo) ¿Dónde? (desde NGM, desde el Gobierno, otros partidos, desde una alianza)

ENCUESTAS

Generar encuestas sobre la agenda semanal gubernamental a los fines de relevar la postura de la ciudadanía

PARTICIPACION

¿Cómo incentivar a otros para que se involucren en la cosa pública?
Talleres sobre liderazgo político
Derechos y deberes cívicos
Ciclo de Conferencias de profesionales

DIFUSION

- Invitar a otros a sumarse al proyecto a través de su presencia directa o bien interviniendo a distancia
- Escribir columnas que sienten postura sobre la coyuntura actual bajo una visión cristiana.
ENCUENTROS
Los días viernes quincenalmente de 18 a 20 hs. en el Hotel Bauen, Av. Callao 360



domingo, 20 de abril de 2008

Cuando la omisión se torna en comisión





Creó al hombre y a la mujer, y les dio esta bendición:
Quiero que llenen la tierra y la pongan bajo su dominio.
Génesis 1:27-28



Dios nos entregó la tierra para que hagamos posesión de ella. Esa dación implica cuidado, no destrucción. Juan Pablo II expresó en la Jornada Mundial de la Paz (1/01/90): "La crisis ecológica es un problema moral".

Lo cierto es que nuestro país en términos jurídicos incorporó con la reforma de 1994 uno de los derechos de tercera generación: el ambiental. El Art. 41 reza: "Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales".

Ahora bien, ¿frente a qué fenómeno nos encontramos a la hora de determinar responsabilidades por la constante emisión de humo? Organizaciones ecologistas de Rosario y Paraná aseveran que el avance de la soja ha desplazado pasturas y la zona de islas del Delta del Paraná se ha convertido en una región ganadera. Se afirma además que en el caso de Entre Ríos, el mismo Gobierno contribuyó a modificar el uso de humedales a través de la promoción del Régimen de Arrendamiento de Islas Fiscales sin medir el impacto ambiental. En diciembre de 2004 la Cámara de Diputados provincial sanciona la Ley 9603. El Art. 4 prescribe: "Los predios arrendados deberán destinarse al desarrollo de actividades ganaderas, apícolas y/o aquellos propios de proyectos de inversión para la prestación de servicios turísticos quedando prohibido el uso para la explotación agrícola intensiva que requiera la aplicación de agroquímicos o plaguicidas".

Por su parte la Ley provincial 9291 determina pautas para la quema. El Art. 14 expresa: "La destrucción de vegetación en terrenos rurales mediante el uso del fuego, sólo podrá hacerse en forma de Quemas Controladas, de acuerdo a las condiciones y requisitos establecidos en el Plan de Quema o Calendario Anual que establecerá la Autoridad de Aplicación…" y el Art. 15 reza: "Únicamente se podrá hacer uso del fuego en terrenos rurales mediante quemas controladas cuando se persiga… eliminación de residuos forestales; eliminación de rastrojos; limpieza de terrenos agrícolas o ganaderos con material leñoso para destinarlos a cultivos agropecuarios o forestales; eliminación de cualquier vegetación cuando se trate de construir, limpiar vías de comunicación, canales, cercas divisorias, etc.; limpieza de terrenos forestales que deben habilitarse para cultivos agropecuarios con fines silviculturales; control de enfermedades plagas; erradicación de especies consideradas perjudiciales". Pese a ello la situación es diversa en la zona de islas fiscales. Por contratos suscriptos entre la provincia de Entre Ríos y los arrendatarios está expresamente prohibido el desmonte, tala o quema de pastizales y todo tipo de forestación.

El interrogante surge a la hora de establecer responsables. ¿No deberían las autoridades detectar quiénes son los negligentes para rescindirles el contrato? Existen sin duda responsabilidades compartidas entre el concesionario de la autopista por la mala prestación del servicio, el Gobierno de Entre Ríos por la falta de control sobre el uso del fuego en las islas y el arrendatario del campo por las prácticas prohibidas.

Entre las propuestas de las organizaciones ecologistas está aquella que brega por una reformulación integral del proceso de arrendamiento de islas públicas en Entre Ríos a los fines de evaluar el potencial impacto ambiental conforme lo regula la Ley General del Ambiente Nº 25675. Además se busca la recategorización a nivel provincial de la zona de humedales actualmente declarada área natural protegida por ordenanza municipal de Victoria. La Ley provincial 8967 la define en su Art. 2 como "…todo espacio físico que siendo de interés científico, educativo y cultural por sus bellezas paisajísticas y sus riquezas de fauna y flora autóctonas, son objeto de especial protección y conservación, limitándose la libre intervención humana a fin de asegurar la existencia de sus elementos naturales a perpetuidad". El proyecto de ley de la Cámara entrerriana prevé dicha medida a los fines de incorporar ese ecosistema al Sistema Nacional de Áreas Protegidas por la Ley 22351.

Es preciso de todas maneras mirar cada una de las caras del prisma. La Presidenta ha dicho: "Los 297 focos son intencionales". Algunos testimonios de propietarios aseveran que ni siquiera conocen sus campos y que se trata de tierras heredadas. ¿Puede un Gobierno pensar en la mala fe? ¿Puede obrar de mala fe?

Aún no se establecieron quiénes son los responsables pero existe sin lugar a dudas una responsabilidad esencial del Estado: la vigilancia. Controlar, por el hecho de ser el mismo poder de policía constituye un rol ineludible de la Administración Pública como lo es el de velar por el bienestar general de la ciudadanía. Excusarse en la negligencia de un tercero habla de la inoperancia del funcionariado público.

Un ejemplo a tomar en cuenta es la Ley de Responsabilidad Medioambiental de España sancionada en octubre de 2007. Allí se determina la obligación de los operadores en prevenir, evitar y reparar los daños medioambientales, según lo establece el artículo 45 de la Constitución de ese país, consagrando el principio "quien contamina repara", en línea con la Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo. El operador es toda persona física o jurídica, pública o privada, que desempeña una actividad económica o profesional o que la controla o tiene un poder determinante sobre su funcionamiento técnico.

En nuestro Derecho la relación Estado y protección ambiental se encuentra normada en el Preámbulo de la Constitución Argentina al mencionar "promover el bienestar general", en el Art. 41, en las atribuciones otorgadas al Congreso Nacional y en las normas constitucionales provinciales.

El punto clave es cómo se ejercen los cargos o empleos públicos. En muchos casos con total irresponsabilidad e impericia. La Carta Magna prescribe en su Art. 16 la idoneidad. Con lo cual el accionar irregular de algunos funcionarios y el daño que causan en su consecuencia, no está exento de responsabilidad. Así el Código Civil en el Art. 1112 expresamente regula la responsabilidad: "Los hechos y las omisiones de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones, por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales que les están impuestas, son comprendidos en las disposiciones de este título". Hablamos de la responsabilidad civil derivada de los actos ilícitos que no son delitos cuando se encuentra ausente el dolo o intención. Existe la obligación de resarcir el daño, de indemnizarlo. Esta norma es aplicable también a los funcionarios públicos. Amén de ello deberá soportar mayores consecuencias quien tenga un mayor deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas conforme al Art. 902 Cód. Civ.

Cuando hablamos de cumplir de manera irregular una función como es la de controlar, nos enfrentamos a una responsabilidad del Estado por hechos omisivos. Se trata de ciertos hechos que adolecen de la acción debida cuando las circunstancias lo requieren. El Estado omitió llevar a cabo lo que el deber jurídico le imponía.

Marienhoff explica al abordar la responsabilidad del Estado la necesidad de recurrir a normas analógicas, principios generales del derecho y contenidos del derecho privado frente al vacío de normas en el derecho público. En este sentido, el Art. 1074 Cód. Civ. menciona la responsabilidad por omisión en tanto exista una disposición de la ley que le imponga la obligación de cumplir el hecho omitido. Sin embargo dicho autor amplía el campo de responsabilidad. No sólo es responsable cuando se atenta contra lo que prescribe la ley, sino cuando existe obligación jurídica de obrar. Esa obligación ya no la consagra únicamente la ley sino la misma razón. Son aquellas normas morales, principios éticos que justamente NO esperan del gobernante una lavada de manos al estilo Poncio Pilato, sino por el contrario, un compromiso y responsabilidad aún mayor por el hecho de dirigir los destinos de una Nación.

Ya no se trata de la mera cuestión fáctica del humo sino de la esencia misma sobre la cual descansa la MORAL PÚBLICA. Allí se asienta el enorme edificio de la República. La responsabilidad de los funcionarios hace, en este orden, al ley motiv del sistema republicano por estar obligados a servir al pueblo que los ha elegido o indirectamente nombrado; cuánto más si su mantenimiento corre a costas de la comunidad en su conjunto. En este sentido es inadmisible que la noción de servicio activo se trastrueque por la de omisión activa. Aquí la omisión se torna en comisión.

Todos, absolutamente todos, debemos velar por un ambiente sano con una ética ciudadana en mayúsculas que responsabilice tanto a gobernantes como a gobernados.


Gretel Ledo
Abogada en Derecho Administrativo
Politóloga en Estado, Administración y Políticas Públicas

http://www.ledogretel.blogspot.com/

domingo, 13 de abril de 2008

¿Es posible hacer política sin dinero?





No hagas de las riquezas tu única meta en la vida, pues son como las águilas;
abren las alas y salen volando.
Proverbios 23:4-5



El entramado de relaciones que atraviesa hoy el tejido político da cuenta de la dificultad a la hora de establecer definiciones claras.

El Malestar en la Cultura de Sigmund Freud (1856-1939), plantea que en toda comunidad humanitaria y en toda cultura existen vínculos libidinosos que la conforman y sostienen. Vínculos de amor que reprimen los instintos de muerte y destrucción de las personas. La cultura tiene la capacidad de establecer conceptos que señalan determinados parámetros esperados de acción en los individuos. En cierta manera tiene también la osadía de construir al “otro” como un tercero ajeno al campo propio. Ese alter puede traducirse en inimicus. El “afuera” determina el marco de lo que está “adentro”. Esto se resume en la continua creación de enemigos externos.

A su vez podemos decir que esos vínculos son los necesarios para la consolidación de un gobierno. Ahora bien, ¿qué sucede cuando la construcción de lazos libidinosos hacia adentro y destructivos hacia fuera se monta en pos del dinero? ¿Qué impacto tiene en la política el rol decisivo de acumular dinero independientemente de los fines? La pregunta encierra varios pareceres, el hecho es determinar cuáles son los medios utilizados en pos de tal empresa.

La concentración de poder en ciertas ocasiones es funcional a la concentración monetaria. ¿Qué resultados puede generar la conservación desmesurada de hegemonía a los fines de acrecentar recursos materiales? Por más que la prosecución de determinados fines sea en sí misma una tarea loable es preciso indagar en los medios. ¿Es realmente más lo que se gana que aquello que se pierde?

Se corrompe la esencia de la política cuando el dinero la atraviesa en todos sus frentes arrasando con sus agentes imbuidos de lógicas perversas. ¿Qué pues orienta al actor en su accionar?

Max Weber (1864-1920) establece tres tipos ideales de acción que los traduce en tipologías de orden social. Entre ellos aborda la acción racional con arreglo a fines donde detrás existe la noción de calculabilidad a partir de la acumulación. El ingreso a la modernidad se caracteriza por la presencia de una racionalización creciente. Nace un nuevo sector social: el funcionariado. Un nuevo fenómeno se instituye como forma de dominación social estable y legal: la burocracia. Basada en normas, criterios técnicos de eficiencia y mecanismos propios se erige a sí misma como un tipo de saber que da poder. Supone un saber especializado que se negocia en el mercado. El problema nace cuando esa burocracia adquiere para sí un modus operandi bajo una lógica funcional a su reproducción que logra con éxito desplazar a la política. Estamos en presencia de una jaula de hierro traducida en dominación burocrático-legal. El elemento subjetivo cual es la creencia en la legitimidad del orden y el objetivo, la presencia de burocracia y normas positivas constituyen el andamiaje de esta gran jaula de hierro. Dominadores y dominados. El dinero es simplemente un instrumento en la política. Cuando es el instrumento de la política indudablemente la maquinaria nociva del poder acaparó la escena. El juego de lealtades e influencias opera en el campo de lo simbólico materializándose en dependencias recíprocas y pactos oscuros.

Los subsidios pueden ser leídos como una más de las tantas caras del prisma aglutinador de poder. Construir normas paralelas alejadas de las constitucionales que asignen otra explicación al elevado porcentaje confiscatorio de las retenciones sin duda ofrece un espacio considerable para la reflexión. Aquí es donde la política debe ser revitalizada para que opere el pasaje de la acción racional con arreglos a fines a una acción con arreglo a valores. Principios que dejen de lado prácticas tradicionales de aglutinamiento de poder económico para fines personales. Desgraciadamente se corroe la esencia pura de la política. Aquel arte del beneficio al prójimo. Los agentes que operan en dicha red de poder son discapacitados en términos cívicos.

Podemos ver a intendentes y gobernadores atrapados en una lógica que operacionaliza la noción “dinero”. Los estados provinciales, ¿se conducen bajo la acción deseada o bajo la acción esperada? Claro que el manejo de los fondos que centraliza el Estado Nacional coloca al minusválido Interior en una dependencia constante. Debe actuar conforme a lo solicitado traicionando quizás su lealtad con el genuino soberano: el pueblo. Allí triunfa la acción racional con arreglo a fines por encima de la acción racional con arreglo a valores.

¿Se trata entonces de indagar dónde está el nido de corrupción? Indudablemente el hombre ha puesto su corazón en las riquezas de este mundo olvidando que lo más importantes es invisible a los ojos: aquello que no perece.


Gretel Ledo
Abogada en Derecho Administrativo
Politóloga en Estado, Administración y Políticas Públicas
http://www.ledogretel.blogspot.com/

domingo, 6 de abril de 2008

La unión hace a la fuerza




Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.
Romanos 12:16



Cuenta la historia que un burro se cayó a un pozo. Estuvo llorando incansablemente por horas. Su dueño intentó por todos los medios sacarlo pero finalmente pensó que el animal estaba viejo y el pozo seco. Fue entonces que decidió dejarlo allí. Invitó a sus vecinos para que lo ayudasen a arrojar tierra. Cada uno tomó una pala y comenzó a tapar el pozo. El burro al darse cuenta se desesperó y hubo un largo silencio. El dueño del animal miró al fondo del pozo y se asombró. Con cada palada, el burro se sacudía y pisaba la tierra. Así llegó hasta la superficie, pasó por encima del borde y salió trotando.

El burro es el prototipo del campo. Utilizó la misma tierra que ara día a día para elevarse y posicionarse mucho más allá de la mediocre visión gubernamental. El burro se unió a la tierra, el hombre de campo también. Demostró que la UNIDAD podía hacer frente a la tradicional receta maquiavélica que reza: “Divide y reinarás”. El punto cúlmine en las negociaciones encontró a un campo que resistió firme en sus convicciones no obstante acató el pedido de suspensión del paro. En tanto el Gobierno se ancló en la continuidad del modus operandi subsidiando.

Un subsidio en términos económicos no es nada más que una mera compensación. Se compensa algo cuando existe una pérdida o desventaja a la hora de llevar a cabo una transacción. Aquí nos encontramos con una profunda paradoja. La desventaja, ¿es genuina o creada por un tercero? Sin duda el productor ha demostrado en estos últimos años que el crecimiento del sector va viento en popa. Entonces por qué plagarlo de subsidios ficticios. La lógica perversa de quitar a través de las retenciones para luego asignar conforme a patrones burocráticos lleva en sí misma una calificación lastimosa para el campo. Se lo convierte en parásito. Aquella garrapata que se alimenta de un cuerpo ajeno en un punto revienta. Solo que en este caso el alimento lo genera el mismo campo. A una sociedad parasitaria le quitaron su dignidad, su orgullo de vivir con sus propios recursos y no de subsidios.

Afortunadamente, esta vez el hastío se topó con un campesinado sin vendas en los ojos que supo decirle “basta” a la expropiación de la renta.

El quid de la cuestión pasa por responder con qué recursos se hace política, a costa de quiénes y bajo qué lemas. Embanderarse con ideologías perimidas y legitimar políticas en pos de hacerse de fondos denota un fuerte saqueo a la noción de servicio al prójimo. ¿Por qué llevar al pequeño y mediano productor al nivel de mendigo político? ¿Por qué devolverles algo propio? ¿Por qué se anunciaron las retenciones móviles en medio de una cosecha?

Es fundamental que el Estado ocupe su rol de conciliador y equilibrador en los distintos intereses sociales. El problema surge cuando se propone metas no teniendo en cuenta los medios y, lo que es peor, tergiversando destinatarios. En los discursos son los más necesitados, pero en los hechos son los cautivos del sistema clientelar.

A este cautiverio el campo le puso plazo: treinta días. Este actor sustancial dio una profunda lección a todos. Se sirvió de las políticas erradas, de las palabras dadas para ser humillado y salió trotando. Usó la tierra y pasó de victimario a víctima. Usó la tierra y despojó su corazón del odio. Suspendió el paro y dijo sí al diálogo, al consenso. Dio más de lo que recibió.

Es tiempo que todos usemos esa tierra. El Gobierno debe aprovecharla. En estos años de bonanza económica hay que incentivar al crecimiento; no palearlo.

Es preciso “sacudirse la tierra” para crear soluciones, no problemas. Aprendamos del burro y salgamos del pozo de las pequeñeces. Pensemos en armonía y sin desigualdad, con generosidad y sin avaricia. La Patria a lo grande se forja con la tierra no contra la tierra. Porque no es un sector. Somos todos.


Gretel Ledo
Abogada en Derecho Administrativo
Politóloga en Estado, Administración y Políticas Públicas

http://www.ledogretel.blogspot.com/

DIRIGIR SIRVIENDO

Simplemente porque cada una tiene un don, un talento, un actor dentro de sí que es preciso “despertarlo” del encanto de un sueño que a veces es la propia vida.

Eso no tiene valor. Si cada uno comprende que para poder dirigir, hay que primeramente poder servir, la dirigencia política de nuestro país sería otra.

En este camino estamos y dichosos quienes lo transitamos hoy, y no lo dejamos para otros...


Comentario desde Lima, Perú

Es cada vez menos frecuente -y diría extraño- encontrar en nuestros tiempos organizaciones lideradas por jóvenes que tengan como premisa fundamental y abierta practicar los principios morales y éticos al incidir en la política y transformar la realidad. Y que esto se refleje en los artículos es menos frecuente aún.

Acciones como esa necesita más la Argentina, en particular, y América Latina en general.

Mis mejores deseos para que esta iniciativa vea fructificar sus nobles esfuerzos.

Con aprecio,

Lic. Beltrán Gómez Híjar

Lima, Perú

Comentario desde Barcelona, España

Agradezco mucho vuestra invitación. ¿De dónde es el grupo? ´¿Cuáles son exactamente sus objetivos? Realmente hace falta a la sociedad actual, enseñarle lo que verdaderamente es ética, moral, cordura y sentido común.
Estoy muy interesado en vuestro proyecto. Yo soy político también, y rector de la Comunidad Ecúménica de San Jorge en Sant Boi de Llobregat, Barcelona. España. Mi nombre es Jordi d'Alemany.
Recibid todo mi apoyo y contad conmigo para lo que haga falta.
Jordi
5-09-08

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Rta. desde NGM:

Bendiciones. Ha sido grata su conexión. La historia nos muestra que siempre fue necesario adiestrarnos moralmente para realizar algo nuevo. Hemos elegido este tiempo de la historia para determinar que sin moral no hay Nación.
A pesar de ser un concepto genérico y por ocasiones abstracto, nace en la necesidad de hacer saber al hombre que sin ética nunca jamás podrá construir nada.