GRETEL LEDO en CNN en Español. Analiza el llamado al Diálogo de la Presidenta

domingo, 13 de abril de 2008

¿Es posible hacer política sin dinero?





No hagas de las riquezas tu única meta en la vida, pues son como las águilas;
abren las alas y salen volando.
Proverbios 23:4-5



El entramado de relaciones que atraviesa hoy el tejido político da cuenta de la dificultad a la hora de establecer definiciones claras.

El Malestar en la Cultura de Sigmund Freud (1856-1939), plantea que en toda comunidad humanitaria y en toda cultura existen vínculos libidinosos que la conforman y sostienen. Vínculos de amor que reprimen los instintos de muerte y destrucción de las personas. La cultura tiene la capacidad de establecer conceptos que señalan determinados parámetros esperados de acción en los individuos. En cierta manera tiene también la osadía de construir al “otro” como un tercero ajeno al campo propio. Ese alter puede traducirse en inimicus. El “afuera” determina el marco de lo que está “adentro”. Esto se resume en la continua creación de enemigos externos.

A su vez podemos decir que esos vínculos son los necesarios para la consolidación de un gobierno. Ahora bien, ¿qué sucede cuando la construcción de lazos libidinosos hacia adentro y destructivos hacia fuera se monta en pos del dinero? ¿Qué impacto tiene en la política el rol decisivo de acumular dinero independientemente de los fines? La pregunta encierra varios pareceres, el hecho es determinar cuáles son los medios utilizados en pos de tal empresa.

La concentración de poder en ciertas ocasiones es funcional a la concentración monetaria. ¿Qué resultados puede generar la conservación desmesurada de hegemonía a los fines de acrecentar recursos materiales? Por más que la prosecución de determinados fines sea en sí misma una tarea loable es preciso indagar en los medios. ¿Es realmente más lo que se gana que aquello que se pierde?

Se corrompe la esencia de la política cuando el dinero la atraviesa en todos sus frentes arrasando con sus agentes imbuidos de lógicas perversas. ¿Qué pues orienta al actor en su accionar?

Max Weber (1864-1920) establece tres tipos ideales de acción que los traduce en tipologías de orden social. Entre ellos aborda la acción racional con arreglo a fines donde detrás existe la noción de calculabilidad a partir de la acumulación. El ingreso a la modernidad se caracteriza por la presencia de una racionalización creciente. Nace un nuevo sector social: el funcionariado. Un nuevo fenómeno se instituye como forma de dominación social estable y legal: la burocracia. Basada en normas, criterios técnicos de eficiencia y mecanismos propios se erige a sí misma como un tipo de saber que da poder. Supone un saber especializado que se negocia en el mercado. El problema nace cuando esa burocracia adquiere para sí un modus operandi bajo una lógica funcional a su reproducción que logra con éxito desplazar a la política. Estamos en presencia de una jaula de hierro traducida en dominación burocrático-legal. El elemento subjetivo cual es la creencia en la legitimidad del orden y el objetivo, la presencia de burocracia y normas positivas constituyen el andamiaje de esta gran jaula de hierro. Dominadores y dominados. El dinero es simplemente un instrumento en la política. Cuando es el instrumento de la política indudablemente la maquinaria nociva del poder acaparó la escena. El juego de lealtades e influencias opera en el campo de lo simbólico materializándose en dependencias recíprocas y pactos oscuros.

Los subsidios pueden ser leídos como una más de las tantas caras del prisma aglutinador de poder. Construir normas paralelas alejadas de las constitucionales que asignen otra explicación al elevado porcentaje confiscatorio de las retenciones sin duda ofrece un espacio considerable para la reflexión. Aquí es donde la política debe ser revitalizada para que opere el pasaje de la acción racional con arreglos a fines a una acción con arreglo a valores. Principios que dejen de lado prácticas tradicionales de aglutinamiento de poder económico para fines personales. Desgraciadamente se corroe la esencia pura de la política. Aquel arte del beneficio al prójimo. Los agentes que operan en dicha red de poder son discapacitados en términos cívicos.

Podemos ver a intendentes y gobernadores atrapados en una lógica que operacionaliza la noción “dinero”. Los estados provinciales, ¿se conducen bajo la acción deseada o bajo la acción esperada? Claro que el manejo de los fondos que centraliza el Estado Nacional coloca al minusválido Interior en una dependencia constante. Debe actuar conforme a lo solicitado traicionando quizás su lealtad con el genuino soberano: el pueblo. Allí triunfa la acción racional con arreglo a fines por encima de la acción racional con arreglo a valores.

¿Se trata entonces de indagar dónde está el nido de corrupción? Indudablemente el hombre ha puesto su corazón en las riquezas de este mundo olvidando que lo más importantes es invisible a los ojos: aquello que no perece.


Gretel Ledo
Abogada en Derecho Administrativo
Politóloga en Estado, Administración y Políticas Públicas
http://www.ledogretel.blogspot.com/

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Gretel.
Fran

Anónimo dijo...

Doctora Ledo. La felicito.
Jorge Asís
PD.- Le cuento que hago "política sin dinero". Con dinero tal vez me iría mejor.

Anónimo dijo...

Estimada Gretel:
Muy bueno el trabajo. Además, como siempre corto, profundo y conciso.
Un abrazo, Jorge Micele

Anónimo dijo...

Estimada Gretel,
He leído su artículo, y a partir de él, entré en su blog y en "Conexión 13".
La felicito y por su intermedio, a sus compañeros de esfuerzo e ilusiones.
Sus reflexiones sobre la influencia del dinero en la política, de especial interés en un momento en que la política se ha convertido en una herramienta de acumulación económica, cada vez más alejada de sus fines de bien común.
Cordialmente,


Ricardo Lafferriere
www.ricardolafferriere.com.ar
http://ricardo-lafferriere.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Vuelve a aparecer un concepto que ya explicaste: servir a través de la política o "servirse" de la cosa pública. El dinero es un medio, mal que nos pese: nacesario, pero medio al fin. Felicitaciones.
Un gran abrazo también a los distinguidos comentaristas que me anteceden.
Dr. Hugo Turrini

Gretel Ledo dijo...

Gracias Hugo! Exactamente el artículo guarda coherencia con los anteriores. Es fundamental la distinción de servicio o servirse en política.


DIRIGIR SIRVIENDO

Simplemente porque cada una tiene un don, un talento, un actor dentro de sí que es preciso “despertarlo” del encanto de un sueño que a veces es la propia vida.

Eso no tiene valor. Si cada uno comprende que para poder dirigir, hay que primeramente poder servir, la dirigencia política de nuestro país sería otra.

En este camino estamos y dichosos quienes lo transitamos hoy, y no lo dejamos para otros...


Comentario desde Lima, Perú

Es cada vez menos frecuente -y diría extraño- encontrar en nuestros tiempos organizaciones lideradas por jóvenes que tengan como premisa fundamental y abierta practicar los principios morales y éticos al incidir en la política y transformar la realidad. Y que esto se refleje en los artículos es menos frecuente aún.

Acciones como esa necesita más la Argentina, en particular, y América Latina en general.

Mis mejores deseos para que esta iniciativa vea fructificar sus nobles esfuerzos.

Con aprecio,

Lic. Beltrán Gómez Híjar

Lima, Perú

Comentario desde Barcelona, España

Agradezco mucho vuestra invitación. ¿De dónde es el grupo? ´¿Cuáles son exactamente sus objetivos? Realmente hace falta a la sociedad actual, enseñarle lo que verdaderamente es ética, moral, cordura y sentido común.
Estoy muy interesado en vuestro proyecto. Yo soy político también, y rector de la Comunidad Ecúménica de San Jorge en Sant Boi de Llobregat, Barcelona. España. Mi nombre es Jordi d'Alemany.
Recibid todo mi apoyo y contad conmigo para lo que haga falta.
Jordi
5-09-08

*****

Rta. desde NGM:

Bendiciones. Ha sido grata su conexión. La historia nos muestra que siempre fue necesario adiestrarnos moralmente para realizar algo nuevo. Hemos elegido este tiempo de la historia para determinar que sin moral no hay Nación.
A pesar de ser un concepto genérico y por ocasiones abstracto, nace en la necesidad de hacer saber al hombre que sin ética nunca jamás podrá construir nada.