Por Eduardo Juan Salleras (*)
El domingo estuve en Rosario disfrutando del acto convocado por el ruralismo para el 25 de mayo. Sencillamente IMPACTANTE.
Lo más notorio fue el clima de energía positiva, entusiasmo y fervor, ambiente tentador para discursos fuertes y profundos. No daba para recitar a Sor Juana Inés de la Cruz, y esto más que nadie debe comprenderlo los dirigentes políticos.
No es fácil hablarles a 400.000 personas [de acuerdo a datos periodísticos que no se animaron a publicar para no producir más mal humor, sin tener en cuenta los varados en la circunvalación que agregaría un 20%].
Por otro lado en Salta, un acto corporativista, triste, gris y minúsculo, con trompudas caras pensando en Rosario, apenas atendiendo al discurso presidencial, repetido.
Pero parece ser no saben perder como buenos deportistas, la derrota los irritó llenándolos de odio y revancha; ofendidos midieron cada palabra de los disertantes antagónicos, olvidando las suyas anteriores, conducta propia de los necios.
Enseguida mandan al vocero oficial a fustigar, a decir barbaridades, porque si al menos le dieran la letra correcta, pero colma de exabruptos el costoso espacio televisivo, confundiendo unitarismo con federalismo y viceversa, enredando aliados del gobierno como vinculados al movimiento ruralista.
Claro el enojo más grande es con la Federación Agraria ya que ésta le corre por izquierda y le gana ampliamente por ser coherentes.
Después el concurso de obsecuentes increpando al agro tratándolo de golpista, como si esos gringos alguna vez hubieran tenido algún desplante político es sus sacrificadas vidas productivas.
Pero lo más curioso de esta acusación es quienes las hacen: “no vamos a permitir un golpe de estado civil”… cuando uno ve las caras que lo dicen y recuerda a ese fresquito derrocamiento de De la Rúa… son las mismas que lo alzaron para subirlo al helicóptero. Muchos dirigentes, ex piqueteros, quizás, fueron los organizadores de aquellos saqueos a los supermercados.
Cierto, aquél presidente sin demasiados atributos, era tomado por torpe, lento y vacilante, sin embargo la Constitución Nacional nada dice que es revocable el mandato a un timorato gobernante, por el sólo hecho que alguien así lo viese.
Ahora ese endeble presidente tenía un congreso a pleno funcionamiento que nada hizo para que se respete su tiempo y una justicia menos atenta al poder.
Los ofendidos de hoy hablan del voto popular agotando ahí el concepto de Democracia y de República. El voto es solamente el camino a la democracia, pero luego hay que ejercerla desde el sistema republicano sin anular las cámaras de legisladores, como ahora lo están, incluso con una justicia sospechada de complacencia.
En aquel momento había gobernadores, no gobernados como parecen muchos hoy. Miren las caras de ayer y recuerden, los que no quisieron ayudar al pachucho hoy se arrastran ignorando todo compromiso con su ciudadanía. ¿Y la justicia…?
Las circunstancias institucionales hace 6 años eran mejores en tiempos del endeble presidente, sin embargo nadie se ofreció a salvar la República, sí a reemplazar el poder de manos del radicalismo, partido elegido por el voto popular hacía solamente 2 años, por los dispuestos justicialistas.
Pero a estos se les está prendiendo fuego el rancho, ¿por qué?
El ex presidente en ejercicio es gustoso de quemar naves ajenas, hace hablar a todos mientras él calla, porque las encuestas dicen que en esta contienda el funcionario que habla cae en imagen, en particular la ungida al supremo mando cuya popularidad a gatas sobrepasa ahora el 20%. También manda a gobernadores a amedrentar a los chacareros. Los subordinados se rocían con nafta y prenden un cigarrillo.
El justicialismo histórico se pregunta ¿por qué se le ocurre ahora enarbolar la bandera peronista en el barco de los “victoriosos frentistas”? ¿Y si se incendia también esta nave hundirán con ella a Perón y Evita? ¿O será una estrategia para que ayudemos a controlar el fuego? … “No son momentos para tibios” dijeron por allí…
Y se acordarán por fin de los legisladores pero no para que cumplan su función sino para que acudan al pie del partido y se comprometan a tapar los agujeros de una nave que hace agua por todos lados: gas, inflación, combustibles, pobreza, inseguridad, campo, etc.
Un informe meteorológico que está dando vueltas dice que en los próximos años (dos), tanto los EE.UU. como la Unión Europea, sufrirán las consecuencias del cambio climático, con fuertes fríos que reducirán sustancialmente sus posibilidades de producir alimentos. Las vistas están puestas en el cono sur, y en particular, Sudamérica. Entonces no llama la atención que el otro día un líder piquetero le haya dicho a un dirigente rural, “no vamos a permitir que se queden con esa rentabilidad”. Ahora, ¿en concepto de qué lo dijo o mejor dicho en qué función? Nadie lo eligió.
Como el petróleo a Venezuela, los alimentos serán para Argentina y Brasil, pero ya no existirán los chacareros para que lo produzcan sino los pooles de siembra; ¿quiénes ordeñarán las vacas?; y serán los feet lot en manos de los frigoríficos los que carneen los últimos novillos.
¿Por qué no quieren bajo ninguna condición dejar que ese beneficio que puede recibir la Argentina se distribuya de abajo hacia arriba? ¿Por qué permiten los gobernadores y senadores de provincias semejante manotazo a sus comunidades?
Que quede claro:
El campo es generador de riqueza, no de pobreza.
Fueron los yerros políticos los que originaron la miseria.
No hay desarrollo con populismo ni populismo con desarrollo.
La clase media rural, productiva y expansiva, es un gran escollo para todo proyecto autocrático y populista. Es independiente y exige libertad.
La leche tiene más retenciones que la soja y los chacareros pagan un 33% más de impuestos que los pooles conformados como fideicomisos.
El exterminio de los pequeños y medianos productores obedece a un proyecto claro de acumulación de poder teniendo como socios para ello justo aquellos de los que se dice renegar.
No encuentro ningún pecado en trabajar, invirtiendo y arriesgando, y tener así rentabilidad. Sí veo mal, levantar la mano para gobernar, cobrar por ello y no saber hacerlo.
A aquellos que critican al campo por querer más ingresos yo les preguntaría: ¿y por casa como andamos?
Es bueno recordar que en el 2002, cuando estos paladines de la justicia social no se atrevían a pisar las calles, fue el campo el que puso el dinero para resolverle la vida a la pobreza y a la indigencia, y gracias a ello, del “que se vayan todos” llegar a elecciones donde nadie se fue.
Así se le paga al campo sus servicios a la patria.
El domingo estuve en Rosario disfrutando del acto convocado por el ruralismo para el 25 de mayo. Sencillamente IMPACTANTE.
Lo más notorio fue el clima de energía positiva, entusiasmo y fervor, ambiente tentador para discursos fuertes y profundos. No daba para recitar a Sor Juana Inés de la Cruz, y esto más que nadie debe comprenderlo los dirigentes políticos.
No es fácil hablarles a 400.000 personas [de acuerdo a datos periodísticos que no se animaron a publicar para no producir más mal humor, sin tener en cuenta los varados en la circunvalación que agregaría un 20%].
Por otro lado en Salta, un acto corporativista, triste, gris y minúsculo, con trompudas caras pensando en Rosario, apenas atendiendo al discurso presidencial, repetido.
Pero parece ser no saben perder como buenos deportistas, la derrota los irritó llenándolos de odio y revancha; ofendidos midieron cada palabra de los disertantes antagónicos, olvidando las suyas anteriores, conducta propia de los necios.
Enseguida mandan al vocero oficial a fustigar, a decir barbaridades, porque si al menos le dieran la letra correcta, pero colma de exabruptos el costoso espacio televisivo, confundiendo unitarismo con federalismo y viceversa, enredando aliados del gobierno como vinculados al movimiento ruralista.
Claro el enojo más grande es con la Federación Agraria ya que ésta le corre por izquierda y le gana ampliamente por ser coherentes.
Después el concurso de obsecuentes increpando al agro tratándolo de golpista, como si esos gringos alguna vez hubieran tenido algún desplante político es sus sacrificadas vidas productivas.
Pero lo más curioso de esta acusación es quienes las hacen: “no vamos a permitir un golpe de estado civil”… cuando uno ve las caras que lo dicen y recuerda a ese fresquito derrocamiento de De la Rúa… son las mismas que lo alzaron para subirlo al helicóptero. Muchos dirigentes, ex piqueteros, quizás, fueron los organizadores de aquellos saqueos a los supermercados.
Cierto, aquél presidente sin demasiados atributos, era tomado por torpe, lento y vacilante, sin embargo la Constitución Nacional nada dice que es revocable el mandato a un timorato gobernante, por el sólo hecho que alguien así lo viese.
Ahora ese endeble presidente tenía un congreso a pleno funcionamiento que nada hizo para que se respete su tiempo y una justicia menos atenta al poder.
Los ofendidos de hoy hablan del voto popular agotando ahí el concepto de Democracia y de República. El voto es solamente el camino a la democracia, pero luego hay que ejercerla desde el sistema republicano sin anular las cámaras de legisladores, como ahora lo están, incluso con una justicia sospechada de complacencia.
En aquel momento había gobernadores, no gobernados como parecen muchos hoy. Miren las caras de ayer y recuerden, los que no quisieron ayudar al pachucho hoy se arrastran ignorando todo compromiso con su ciudadanía. ¿Y la justicia…?
Las circunstancias institucionales hace 6 años eran mejores en tiempos del endeble presidente, sin embargo nadie se ofreció a salvar la República, sí a reemplazar el poder de manos del radicalismo, partido elegido por el voto popular hacía solamente 2 años, por los dispuestos justicialistas.
Pero a estos se les está prendiendo fuego el rancho, ¿por qué?
El ex presidente en ejercicio es gustoso de quemar naves ajenas, hace hablar a todos mientras él calla, porque las encuestas dicen que en esta contienda el funcionario que habla cae en imagen, en particular la ungida al supremo mando cuya popularidad a gatas sobrepasa ahora el 20%. También manda a gobernadores a amedrentar a los chacareros. Los subordinados se rocían con nafta y prenden un cigarrillo.
El justicialismo histórico se pregunta ¿por qué se le ocurre ahora enarbolar la bandera peronista en el barco de los “victoriosos frentistas”? ¿Y si se incendia también esta nave hundirán con ella a Perón y Evita? ¿O será una estrategia para que ayudemos a controlar el fuego? … “No son momentos para tibios” dijeron por allí…
Y se acordarán por fin de los legisladores pero no para que cumplan su función sino para que acudan al pie del partido y se comprometan a tapar los agujeros de una nave que hace agua por todos lados: gas, inflación, combustibles, pobreza, inseguridad, campo, etc.
Un informe meteorológico que está dando vueltas dice que en los próximos años (dos), tanto los EE.UU. como la Unión Europea, sufrirán las consecuencias del cambio climático, con fuertes fríos que reducirán sustancialmente sus posibilidades de producir alimentos. Las vistas están puestas en el cono sur, y en particular, Sudamérica. Entonces no llama la atención que el otro día un líder piquetero le haya dicho a un dirigente rural, “no vamos a permitir que se queden con esa rentabilidad”. Ahora, ¿en concepto de qué lo dijo o mejor dicho en qué función? Nadie lo eligió.
Como el petróleo a Venezuela, los alimentos serán para Argentina y Brasil, pero ya no existirán los chacareros para que lo produzcan sino los pooles de siembra; ¿quiénes ordeñarán las vacas?; y serán los feet lot en manos de los frigoríficos los que carneen los últimos novillos.
¿Por qué no quieren bajo ninguna condición dejar que ese beneficio que puede recibir la Argentina se distribuya de abajo hacia arriba? ¿Por qué permiten los gobernadores y senadores de provincias semejante manotazo a sus comunidades?
Que quede claro:
El campo es generador de riqueza, no de pobreza.
Fueron los yerros políticos los que originaron la miseria.
No hay desarrollo con populismo ni populismo con desarrollo.
La clase media rural, productiva y expansiva, es un gran escollo para todo proyecto autocrático y populista. Es independiente y exige libertad.
La leche tiene más retenciones que la soja y los chacareros pagan un 33% más de impuestos que los pooles conformados como fideicomisos.
El exterminio de los pequeños y medianos productores obedece a un proyecto claro de acumulación de poder teniendo como socios para ello justo aquellos de los que se dice renegar.
No encuentro ningún pecado en trabajar, invirtiendo y arriesgando, y tener así rentabilidad. Sí veo mal, levantar la mano para gobernar, cobrar por ello y no saber hacerlo.
A aquellos que critican al campo por querer más ingresos yo les preguntaría: ¿y por casa como andamos?
Es bueno recordar que en el 2002, cuando estos paladines de la justicia social no se atrevían a pisar las calles, fue el campo el que puso el dinero para resolverle la vida a la pobreza y a la indigencia, y gracias a ello, del “que se vayan todos” llegar a elecciones donde nadie se fue.
Así se le paga al campo sus servicios a la patria.
(*) Licenciado en Administración Agraria, ex docente y Director de la Escuela Agrotécnica de Aarón Castellanos, ex presidente de la Comuna de Aarón Castellanos, defensor de la causa de las inundaciones de la laguna La Picaza. Productor agropecuario y analista en "Noticias" de Rufino y "El Informe" de Venado Tuerto
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