GRETEL LEDO en CNN en Español. Analiza el llamado al Diálogo de la Presidenta

lunes, 12 de mayo de 2008

Adiós TAMBOS de mi vida II



JAMÁS SE DEBE GOBERNAR CON BRONCA

Por Eduardo Juan Salleras

Y se vinieron los primeros misiles de una guerra entre el gobierno y la producción agropecuaria, que a pesar de los poco sinceros tratados de paz ensayados en los últimos 4 años, queda tan obvio como muy claro, que el gobierno no va a dejar tranquilo a este sector, más allá de las coyunturas: le ha colgado un cartel ideológico y contra eso va.
Dicen preocuparles que la gente pueda comer dignamente con el magro salario en vigencia, pero no les tiembla la mano en gravar ese consumo con el 21% de IVA, siendo esta cifra una exageración mundial ya que no existe en ningún lugar del planeta estos niveles impositivos para tal tributo, que se impone en particular sobre la pobreza.
Es tanta la preocupación que con tal que la gente no se deprima por no comer más carne de la que come (siendo el consumo cárnico más alto del mundo), y más leche que la que bebe, que inventan formatos de medición del costo de vida (mal llamado inflación), para que los ciudadanos crean que les alcanza lo que no les alcanza cuando van al mercado a adquirir alimentos y a pagar servicios. Es como un shock psicológico.
Mientras tanto se habla de la formidable vida argentina resultado de la excelente administración del Estado, cuando uno puede ver en los nuevos formatos de los noticieros en letras pequeñas, permanentes anuncios de aciertos económicos y sociales, de la mano de los nuevos índices y cifras, como las reservas del Banco Central, como crecimientos de la producción, construcción, empleo, etc.
Los superávit anunciados nos indica que sí se puede disminuir la carga impositiva, en especial al hambre que abona dos impuestos imposibles de evadir: inflación e IVA.
Ambos influyen directamente sobre el costo de vida, el primero por desvalorización de la moneda (menor poder adquisitivo) y el segundo gravándolo fuerte y directamente.
Una disminución del IVA en la carne, el pan, la leche y demás componentes de la canasta básica, equivaldría a un aumento del poder adquisitivo del ciudadano, o si se quiere leerlo de otra manera, un aumento en los salarios.
Los sindicatos no hablan de esto, por complicidad política y porque no suma a sus arcas. Pero, ¿cuánto equivaldría en los ingresos el desgravar los alimentos en un 15%?
Ahora, si no se puede hacer, es que no estamos tan bien como nos dicen que nos sentimos.
La realidad nos marca que no se puede seguir así porque vamos, otra vez más en la historia y de la mano del justicialismo, al desabastecimiento en distintos rubros, desde alimenticios hasta de combustibles y energía.
Por lo tanto sería bueno ensayar un armisticio duradero a partir de una pacificación racial, sellada por los congresos, nacional y provinciales, para hacer andar de una vez por todas las cosas normalmente.
Estoy hablando de una tregua entre la raza productiva y la raza burocrática.
Si a la leche fluida le bajamos el IVA al 6% (tasa promedio en EE.UU.) al gobierno le permite actuar de otra manera con el productor lácteo. Incluso, ya que le importa tanto que los niños tengan un copa de leche diaria (a lo que adhiero totalmente) que subsidie solamente a esa copa de leche y no vayan sobre el precio a puerta de tambo, porque esto no es más ni menos que subsidios a los postrechitos mágicos que ofertan algunas fábricas haciendo creer que para crecer sanos y fuertes hay que tomar solamente “trucholact”.
Dejar que el precio de la leche toque el peso con veinte en los tambos, sin que aumente la leche fluida en sachet en el mostrador es factible, incluso se debería agregar al plan, un yogur de los verdaderos que ya no se ven, el queso fresco y la manteca, haciendo participar de esto a todas las fábricas que lo puedan cumplir, en particular aquellas que pretenden exportar debiendo comprometerse antes a colocar algún producto en las góndolas, porque hoy prácticamente hay una sola marca ocupando el mercado interno. ¿A ella estamos subsidiando?
A todo esto sumarle ventajas comparativas al sector, disminuyéndole los derechos de importación para algunos insumos como fertilizantes y semillas, restándole retenciones a las exportaciones de granos a todo lo que se siembre sobre explotaciones mixtas que mantengan o incorporen actividad ganadera; líneas de créditos para la adquisición de vientres (vacas o vaquillonas) a tarifas productivas, etc. Son lineamientos básicos que no sólo hacen a una política lechera (ídem ganadera) sino que además producirían un cambio de ánimo en el productor que lo estimule a quedarse en lo que siempre hizo y sabe hacer, y que debió huir ante la inestabilidad del país, como huyeron capitales al exterior, inclusive oficiales.
Este golpe de entusiasmo es la solución que busca el ministro Moreno, agobiado por la escasez de resultados a pesar de su voluntad de resolver todo desde su escritorio, intentando extender sus dominios a la tierra, terreno que parece no conocer. Lo que debe comprender él es que, en términos generales, el hombre de campo es un ciudadano de muy buena voluntad con el que puede contar en su anhelo de resolverle los problemas a los que menos tienen. No veo en cambio el mismo esfuerzo en alguno de sus pares del Estado.
En definitiva hay muchas cosas para hacer que no se hacen. Hay muchos prejuicios de parte de los burócratas hacia distintos sectores de la producción y hacia diferentes estados de riqueza. Condenan la riqueza productiva y no se inmutan ante la riqueza burocrática.
Para terminar, es difícil hacerles entender a los que levantan la mano para ejercer el poder y son elegidos para que ello ocurra, que cuando finalmente se les concede semejante honor, deben gobernar para los que los votaron y para los que no, para los que los aman y para los que los odian, para los que ellos aman y para los que ellos odian, para los obsecuentes y para los opositores.
La ciudadanía no cede jamás los derechos de propiedad de un Estado que le es propio, del que sigue siendo su dueño, solamente escoge y distingue uno entre varios para que administre su Estado, su propiedad. Selecciona también sus representantes para que se ocupen en nombre de ellos de controlar y de compartir el poder. Esos delegados, intermediarios, solamente deben obedecer a la ciudadanía, sólo a ellos.
Es imposible en la Argentina armar algo consistente con el futuro. Es ilusorio pensar en el diseño de políticas sectoriales sustentables y sostenibles. Y se confunden enunciados con programas.
No somos honestos ni con nosotros mismos.


17/03/08

No hay comentarios:


DIRIGIR SIRVIENDO

Simplemente porque cada una tiene un don, un talento, un actor dentro de sí que es preciso “despertarlo” del encanto de un sueño que a veces es la propia vida.

Eso no tiene valor. Si cada uno comprende que para poder dirigir, hay que primeramente poder servir, la dirigencia política de nuestro país sería otra.

En este camino estamos y dichosos quienes lo transitamos hoy, y no lo dejamos para otros...


Comentario desde Lima, Perú

Es cada vez menos frecuente -y diría extraño- encontrar en nuestros tiempos organizaciones lideradas por jóvenes que tengan como premisa fundamental y abierta practicar los principios morales y éticos al incidir en la política y transformar la realidad. Y que esto se refleje en los artículos es menos frecuente aún.

Acciones como esa necesita más la Argentina, en particular, y América Latina en general.

Mis mejores deseos para que esta iniciativa vea fructificar sus nobles esfuerzos.

Con aprecio,

Lic. Beltrán Gómez Híjar

Lima, Perú

Comentario desde Barcelona, España

Agradezco mucho vuestra invitación. ¿De dónde es el grupo? ´¿Cuáles son exactamente sus objetivos? Realmente hace falta a la sociedad actual, enseñarle lo que verdaderamente es ética, moral, cordura y sentido común.
Estoy muy interesado en vuestro proyecto. Yo soy político también, y rector de la Comunidad Ecúménica de San Jorge en Sant Boi de Llobregat, Barcelona. España. Mi nombre es Jordi d'Alemany.
Recibid todo mi apoyo y contad conmigo para lo que haga falta.
Jordi
5-09-08

*****

Rta. desde NGM:

Bendiciones. Ha sido grata su conexión. La historia nos muestra que siempre fue necesario adiestrarnos moralmente para realizar algo nuevo. Hemos elegido este tiempo de la historia para determinar que sin moral no hay Nación.
A pesar de ser un concepto genérico y por ocasiones abstracto, nace en la necesidad de hacer saber al hombre que sin ética nunca jamás podrá construir nada.